Magazine SLV. Noticias. Artículo de opinión de Julio Gómez
El Atleti ha eliminado al Madrid de la Copa gracias a que por fin jugó al ataque en un partido grande. Eso es noticia. Cada vez que se puso por delante en el marcador no se achicó y siguió con ansias de ganas de más. Había mucha rabia colchonera contenida y salió despedida en forma táctica. Ya era hora de que el fútbol ofensivo de los colchoneros se plasmara en el césped. Mimbres siempre han tenido para ello. Eso, unido al trabajo brutal por el centro y bandas de Saúl, Koke, Llorente y Nahuel, fue un cóctel explosivo.
Foto: Mundo Deportivo
Simeone tiró de casta y físico. El argentino vio muy bien el contexto. Los blancos venían cansados de la Supercopa y en vez de quitar hombres de arriba, como es su costumbre, mantuvo el dibujo inicial y dio orden de mantener el balón. Ahí fluyó todo. Con el paso de los minutos Vinicius parecía una caricatura y el centro del campo mágico vikingo ni se asomó por el Metropolitano. Valverde perseguía sombras como pivote, como ejemplo más palpable. A ello hay que añadir esa pasión atlética por eliminar al eterno rival. Fue un conjunto de cosas bien hechas imparables.
¿Y ahora que? El Madrid ha sufrido el primer varapalo serio de la temporada. Los ojos estarán puestos en ver si se levanta. No dudo que lo hará, pero a corto plazo necesita piernas frescas. Ojo a Arda Güler. El turco tiene que tener minutos ya para dar una de ilusión al grupo. Ahora los de Ancelotti tienen tres semanas para centrarse en La Liga antes de que visiten Leipzig. Típica situación para perder puntos ante una tentativa de relajación.
El Atleti, por su parte, tiene una bola extra moral en Liga y puede ganar perfectamente la Copa. Se ha convertido en el principal favorito. La Copa de Europa es otra historia, pero ¿por qué no? Simeone ya sabe el camino. Jugar al ataque en partidos grandes. No sé si cuando le toque el City o el Bayern mantendrá el sistema. Hazlo, Cholo. Solo así alcanzarás la gloria.
NOTICIAS
El Sanse se va de vacaciones navideñas sumido en una crisis deportiva
La última antes de las uvas
Sanse invierte 66.000 euros en subvenciones y becas deportivas