Un partido no tiene que poder con el buen trabajo de una temporada

Magazine SLV. Artículo de Opinión de Julio Gómez sobre la UD Sanse

El Sanse no ha subido finalmente a Primera Federación. Y eso que lo tenía bien encauzado jugando el partido final en Matapiñonera valiéndole la victoria o un empate al término de la prórroga. No pudo ser. El equipo se mantendrá por segundo año en el pozo de Segunda RFEF. Y digo pozo porque la diferencia del nivel competitivo entre las dos divisiones es muy grande. De hecho, el Sanse ha tenido un grupo esta temporada como para haber ascendido directamente sin demasiadas complicaciones. Un partido no tiene que poder con el buen trabajo de una temporada. La derrota dolorosa ante el Zamora no debe servir para cortar cabezas y hacer un proyecto nuevo desde cero. El club se equivocaría si está pensando en eso ahora mismo. Me consta que no es así. Habrá retoques, pero se mantendrá la base.

Foto: UD Sanse Twitter

El artífice de esta temporada con muchas cosas óptimas es el entrenador Pablo Álvarez. Su idea de juego ha calado entre el vestuario y la afición. Fútbol de toque mirando a la portería contraria. En muchos tramos de esta campaña se ha vivido el culmen de este modelo de juego. La goleada al Numancia en casa, por ejemplo, sirve para dar argumentos a los que pensamos que no se puede tocar el banquillo. Es cierto que algún empate en Matapiñonera que debió ser victoria resta peso, pero es más la virtud que el defecto en este caso.

Conozco varios equipos de superior categoría que se han interesado indirectamente por el míster franjirrojo. La idea de marcharse a Primera RFEF puede ser tentadora, pero aquí el trabajo no ha terminado. La obra no está construida totalmente. Sí lo estará, a buen seguro, en junio de 2025. Suena lejano, pero hay que tener paciencia.

Jugadores como Arasa, Juancho, Miki, Yael, Perero, Mayorga o Jagoba también tendrían que mantenerse una temporada más. Será complicado que se queden todos porque han demostrado un nivel superior a esta paupérrima Segunda RFEF. Los clubes con dinero no son tontos. Si el Sanse consigue retener a varios de estos profesionales y fichar con inteligencia estará celebrando el ascenso a un año vista. Sin embargo, si vienen 20 jugadores nuevos será más complicado adaptarse a los métodos del entrenador. Se trata de usar la cabeza más que las vísceras tras el varapalo del domingo.

Y de la afición solo se pueden tener palabras bonitas. Su actitud ante la derrota contra el Zamora animando a los jugadores es digna de elogio. Cualquiera podría haber usado la rabia y empezar a despotricar. Ese no es el estilo de la grada de Matapiñonera. Eso sí, ya puede el equipo empezar bien la temporada 2024/2025. Varias derrotas seguidas de inicio podrían tensar la cuerda y con razón. Ojalá el campo presente este aspecto de lleno cuando vengan clubes humildes. Ahí haría falta promocionar más los partidos a través del boca a boca y pegando carteles en zonas estratégicas de la localidad. Es algo que se echa en falta desde hace demasiado tiempo.

En definitiva, calma y razón. Son las dos palabras que tienen que imperar para mirar a la próxima campaña. Esta temporada ha sido muy buena en cuanto a juego y resultados. No hay que «matar» a todos los jugadores y al entrenador. Cabeza fría y a iniciar un nuevo reto. No se puede fallar más. La zona norte de Madrid merece ver al Sanse en Primera RFEF. Hoy es el día de poner la primera piedra.