Magazine SLV. Artículo de opinión de Julio Gómez
El Madrid ganó al Leipzig, no sin sufrimiento. Su rival fue competitivo y eso se agradece en la Champions. El gran protagonista para la victoria fue Brahim. El extremo se disfrazó de Messi para realizar varios regates de calidad y un disparo certero. Como estamos en la semana del Carnaval la comparación se sostiene. También es certero decir que Lunin se vistió de Casillas para parar todo lo que le llegaba. Faltó el «entierro de la sardina» para matar a los alemanes, eso sí.
El nombre que no apareció porque no pudo fue Jude Bellingham. Los blancos echaron en falta su trabajo en el centro del campo y sus llegadas arriba. Más vale que fuerce en la medida de lo posible para jugar la vuelta porque le necesitarán. Mucho más si juegan sin un ‘9’ de referencia. El inglés tapa esa carencia, pero al no estar se descubrió esa vergüenza táctica.
El Bernabéu dictará sentencia. Si vuelven a hacer acto de presencia los recuerdos de Messi y Casillas los meregues podrán pasar fácil, pero ojo a salir dormidos como hicieron en Alemania. Hay eliminatoria. El Leipzig merece respeto, pero el máximo campeón de Europa en su casa son palabras mayores. Mucho que ver en la vuelta. Openda y Sesko claman venganza con los apoyos de Simons y Olmo. Ancelotti, aprieta las tuercas a la plantilla.
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