Magazine SLV. Artículo de opinión de Julio Gómez
Los hombres de Ancelotti ya están en cuartos de final con mucho suspense. Todo gracias a Kroos, Bellingham y Vinicius como protagonistas. Es decir, la Santísima Trinidad del Madrid mantiene el barco. El alemán robó, el alemán asistió y el brasileño ejecutó. Es el factor diferencial. Partido, en definitiva, para cumplir y poco más destacable. Parece fácil, pero hay que hacerlo. Y ahí los blancos son los mejores. Cuando pasa poca cosa es el momento donde este equipo te mata. Sufriendo y ganando, cogiendo un símil del Atleti.
Foto: BBC
A decir verdad el míster italiano se equivocó en su planteamiento. Los cuatro hombres en el medio era una idea demasiado conservadora para «matar» al Leipzig. Hacía falta Rodrigo para meter rock and roll. Eso unido a la Santísima Trinidad dio más diversión. Los Dioses blancos aparecieron cuando más les estaban rezando desde la parroquia. Y es que los buenos jugadores se entienden siempre. Cuando tengas una duda dásela a Kroos. Él sabrá conectar con Bellingham. Vinicius hará el resto. Sirven para tapar carencias tácticas.
El ganador de la Champions estará entre el City, PSG y el Madrid. No veo a ninguno más ganándola. Si alguno de estos tres tiene suerte en los cruces y no se mide a los otros dos llegará a la final sin despeinarse. El Madrid ya sabe que no puede hacer tonterías. El Leipzig ha dado un susto. Es un aviso a lo que puede llegar. La Santísima Trinidad puede ser la llave para otra orejona. Que tiemblen Mbappé o Haaland.
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