Magazine SLV. Alcobendas. Entrevista a María José Alonso, científica española vinculada a la tecnología farmacéutica y la biofarmacia
Magazine SLV entrevista a María José Alonso, científica española vinculada a la tecnología farmacéutica y la biofarmacia. Hablamos con ella de las vacunas, del coronavirus o de los tratamientos contra el cáncer, entre otras cuestiones.
P. Para aquellos que no te conozcan, lo primero de todo, preséntate, ¿quién eres? ¿Quién es María José Alonso?
R. María José Alonso es una persona que nació en Carnizo de la Rivera, de la provincia de León, y que me fui a estudiar a Santiago de Compostela. Finalmente allí ocupo el cargo de catedrática de farmacia y tecnología farmacéutica.
P. Estás muy vinculada al mundo de la farmacia y al mundo de las vacunas. Todos tenemos en la mente el año 2020, la pandemia. Mirado con perspectiva, el tema de las vacunas ¿se gestionó bien, mal, regular?
R. Sinceramente creo que era difícil hacerlo mejor. A mí me pareció que se hizo estupendamente en todos los niveles. Es cierto que yo no tengo capacidad de opinar sobre los aspectos más sanitarios o incluso epidemiológicos, pero yo creo que además de que se hizo todo muy bien, hubo incluso un factor de suerte por el poder disponer de una vacuna tan poderosa, que funciona tan bien, que es tan inocua en ese tiempo tan limitado. Fue posible porque se aunaron una serie de fuerzas. Estamos hablando de la conjunción de varias tecnologías. Dio lugar a una vacuna, en mi opinión, excepcional. En particular la vacuna del ARN mensajero.
P. Hay una corriente de pensamiento que dicen que ahora hay gente que tiene más infartos, tiene problemas de salud, y se pusieron vacunas en su momento. ¿Una cosa lleva a la otra?
R. Esa conclusión no es fácil de llegar a ella porque la mayor parte de la gente que estaba vacunada aun así estuvo infectada por el virus. Yo mismamente di positiva en varias ocasiones, pero nunca manifesté síntomas de enfermedad, o muy leves, que eso era lo que te procuraba la vacuna. Es difícil hacer estos estudios con rigor. A lo mejor, el causante de este COVID persistente del que se habla es el propio virus, mucho más que la vacuna. Conocemos perfectamente los componentes de la vacuna, y la verdad es que, en conjunto, yo diría que debería ser una de las vacunas, si no la más inocua que hemos tenido hasta el momento, una de las más inocuas. También hay que decir que, efectivamente, en el mundo del medicamento, de las vacunas, uno de un millón hay problemas. Pero, por esa regla de tres, no tendríamos ningún medicamento ni ninguna vacuna.
No podemos poner en tela de juicio a nuestras autoridades. Nuestra Agencia de Evaluación de Medicamentos y Productos Sanitarios porque hicieron un trabajo excelente. Si lo cuestionásemos deberíamos cuestionar todos los medicamentos, cosa que sería absurdo, ¿no? No deberíamos estar tomando ningún medicamento. Por tanto, toda mi confianza en la ciencia. No hay por qué tener, en mi opinión, ningún temor.
P. Mirando al futuro, ¿podremos vivir algún día, a corto plazo, otro coronavirus o lo descartamos en absoluto?
R. No, no lo descartamos. Otro coronavirus u otra infección viral, o incluso bacteriana. Es decir, las epidemias están ahí. Lo de estar encerrados depende del tipo de pandemias y de las características del virus o de la bacteria. En principio, si la transmisión de una persona a otra es muy fácil y el virus es muy peligroso, como era el caso, pues obviamente no queda más remedio que recluirse. A todos nos afectó la reclusión y las condiciones en las que trabajamos, pero es que la alternativa era mucho peor. Nosotros seguimos investigando sobre vacunas para enfermedades virales y bacterianas. Hay que estar ahí. Y desde luego, pues sí, utilizar las normas de higiene, eso es lo más sencillo. Todo eso son medidas que se tomaron porque había que tomarlas. Y no perdamos de vista que se decía, se hablaba de la economía, pero en salud no hay economía.
P. Además de las vacunas, eres experta en investigaciones de tratamiento del cáncer.
R. Yo trabajo en diferentes ámbitos como vacunas, enfermedades del sistema nervioso central o cáncer. Yo soy experta en nanotecnología y todos estos proyectos los llevo a cabo en colaboración con expertos de los diferentes ámbitos. Los grandes proyectos al día de hoy, sobre todo en el mundo de la farmacia vienen de la mano de expertos de diferentes ámbitos. El proyecto europeo en el que estoy trabajando, ahora con una cuantía de 11 millones de euros, somos una serie de miembros de investigadores de diferentes países europeos y cada uno con su experiencia específica. Pues en el ámbito del cáncer, lo mismo, colaboramos con expertos en diferentes tipos de cáncer. Nosotros lo que hacemos es desarrollar tratamientos que sean más eficaces y menos tóxicos.
Ha habido avances muy notables en los últimos años en el tratamiento del cáncer y yo estoy convencida de que va a haber avances continuamente y más ahora, una vez más, con la tecnología del ARN mensajero, de las vacunas frente al cáncer y demás. Lo que sí ocurre es que está aumentando también la incidencia del cáncer, los factores de riesgo. Importante también. No solamente se trata de conseguir nuevos tratamientos para el cáncer, que eso está ocurriendo continuamente, sino también en evitar que llegues a desarrollar un cáncer por estar expuesto a ciertos factores, tanto alimenticios como medioambientales y demás.
P. A nivel público, miramos al Gobierno de España. ¿Hace falta más financiación en ciencia?
R. Sí, sin duda. Estamos en un porcentaje de inversión muy bajo en relación a la media europea. Y este es un compromiso que todos los gobiernos dicen. Hubo una campaña en la que pedíamos, con el grupo Atresmedia, que teníamos que llegar al 2% de media. En España hay otro problema añadido y es que la inversión privada, ni más ni menos, es muy baja. ¿Por qué? Porque no se ha llegado a desarrollar ese tejido industrial demandante de investigación. Y yo creo que aquí el gobierno también tiene la posibilidad de ayudar a las empresas, que yo creo que sí que deben ser ayudadas, como ocurre en los países más avanzados como Estados Unidos,
P. Otra de las patas vinculadas a tu mundo profesional es el tema de la docencia. ¿Ves futuro en la ciencia en España?
R. Es lo que más me apasiona. Ahora quizás más que nunca porque disponemos de estas herramientas tan valiosísimas. Sí que me preocupa un poco el hecho de que quizás nos está costando adaptarnos a las nuevas herramientas, es decir, los chavales jóvenes están ya en ese mundo, han nacido con ese mundo y no les cuesta nada. El profesorado a veces es un poco reticente al uso de herramientas como ChatGPT o similares, que pueden ser sumamente útiles. Hay que saber hacer un buen uso de las tecnologías y hay que enseñar a los alumnos a tener una visión crítica. Dejarnos de tanta memorización, que también es buena, hay conocimientos básicos que deben tenerse, sí o sí, pero yo creo que realmente hay muchísimo por hacer en lo que es los aspectos docentes.
P. No podemos obviar la cantidad de premios que te han dado a lo largo de tu carrera.
R. Sí, bueno, no son tantos si me comparo con mis compañeros americanos. Para un americano tener 100 premios es relativamente, de cierto nivel. Aquí en España es verdad que hasta hace poco había muy pocos premios y reconocimientos. Estamos siempre juzgados. Todo mi grupo de investigación somos 20 personas que cada vez que hay un premio se ponen como locos porque eso es dar crédito al laboratorio. No a mi persona, sino al laboratorio. Yo estoy particularmente orgullosa, como es lógico, del Premio Nacional de Investigación y Nuevas Tecnologías y también de la Medalla de Plata a la Docencia e Investigación, ambos del Ministerio de Ciencia, Innovación, Universidades, pero luego hay un par de premios que me han llegado muy al corazón. Yo soy de Carrizo de la Rivera, provincia de León, pero he vivido en Galicia. El Gobierno de Galicia me ha otorgado la Medalla Castelau, que sin duda es algo muy, muy especial en Galicia. Encima le han cambiado el nombre al instituto y ahora se llama Doctora María José Alonso.
P. Antes de terminar te tengo que hacer la pregunta que mucha gente está esperando. Volviendo al coronavirus, el origen del coronavirus mucha gente apunta a los chinos, que nos echaron un virus. ¿De dónde parte el origen del coronavirus?
R. Yo no sé por qué la gente tiene la tendencia a dramatizar. Cuando algo no está claro, se busca la opción más dramática y más culpabilizadora. Alguien aquí tiene la culpa, estamos dominados. Bueno, yo tampoco soy experta en este tipo de análisis, pero lo que dicen los expertos es que las probabilidades de que haya sido una simple mutación del virus son mucho más altas que las probabilidades de que el virus haya sido transportado de un lugar al otro o que haya sido manipulado o creado a propósito. Eso está ahí, los virus mutan y esto seguirá ocurriendo, pero no busquemos culpables cuando se han intentado buscar y no se ha llegado a nada. Lo que tenemos que hacer es confiar en la ciencia, confiar en la medicina y que, por favor, que es que somos sumamente afortunados de poder vivir los años que vivimos al día de hoy en comparación a la edad que vivían nuestros abuelos, que hemos duplicado nuestra expectativa de vida.
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