Burro, artes escénicas con mucha magia

Magazine SLV. Artículo de opinión de Laura Ramos

El público que asistió el pasado sábado 23 de marzo al teatro-auditorio Adolfo Marsillach a ver la obra de teatro Burro quedó cautivado y aplaudió a rabiar a los artistas de este singular espectáculo que combina interpretación actoral y música. No es para menos, pues no se trata de un espectáculo al uso, sino de un trabajo arriesgado que tiene éxito en su resultado.

Foto: La Plaza

Arriesgado, comenzando por la adaptación de textos clásicos que hablan sobre el burro, asno o como se le quiera llamar. Continuando el riesgo por la música, casi toda original, que endulzaba el espectáculo. Pero, sobre todo, lo que más magia aportaba al mismo era la interpretación de los actores y actriz entre los que sobresalía de forma imponente Carlos Hipólito.

Carlos Hipólito ha sido muy valiente al aceptar su rol en este espectáculo y demuestra una tremenda talla como actor llevando el peso más importante del mismo de una forma que es difícil que deje indiferente a nadie. Gran parte de la explicación de la amenidad de esta obra musical está en la versatilidad y profundos aciertos como actor de Hipólito, que resuelve con brillantez en el que seguramente sea uno de los papeles (o multipapeles) más difíciles e interesantes de su vida.

Pero la magia de la obra, como indicaba, no ha recaído toda en el papel protagonista de Carlos Hipólito, sino que ya brota desde la misma creativa e inteligente idea de adaptar textos clásicos sobre el burro y se adereza con un trabajo conjunto de los artistas sobre el escenario que se mueven con habilidad en el mismo procurando despertar el interés del público de diversas maneras. Podría decirse que lo han conseguido, pues, a juzgar por la intensidad de los aplausos, seguramente la mayoría del público había disfrutado del tono humorístico y resultón de esta original y única obra musical. No, no estaba todo ya visto en teatro y esta ha sido una buena manera de conmemora el Día Nacional del Teatro.

Laura Ramos